Me gusta mucho la metáfora del botón. Es de ese tipo de metáforas que salen en momentos en los que una espera ser indetectable. Es producto de La Y, a quien se le debe la inspiración.
Si pienso en botones, me doy cuenta que este ha sido el año en el que más los he perdido. Desde mi casi nula experiencia de costura, sólo puedo imaginar los botones que vienen de repuesto y los botones que he perdido sin darme cuenta.
Si me piden el color de mi botón, sería definitivamente azul. Tengo una obsesión por ese color, así como para la fresa y la comida ácida.
A este botón le gusta quedarse décadas frente al monitor, comer tomates y el invierno (razón por la que escribe diatribas cada vez que el verano se asoma). No le gustan los comerciales, las cajas de cambio, las novelas mexicanas, ni la arena pegajosa.
El botón azul tiene la costumbre de agarrar el teclado justo cuando tiene un monte de obligaciones acechándola. Tiene la oscura esperanza de que en esos tiempos 'le viene la inspiración'. Mientras tanto, escucha a los Smiths, a Belle & Sebastian y a Beirut.
He vuelto pues, al bloggeo como botón. Estoy contenta siéndolo y siendo parte parte de un terceto.
ETA: El plan del día:
viernes, 23 de noviembre de 2007
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5 comentarios:
Si M., la arena pegajosa es detestable.
yo odio la playa de día :) de noche es lo mejor.
Oeeee, como que tercerto??? Se olvidaron de mi???
Esque tu estabas coqueteando con la ortodoxia floydiana...
O estaban coqueteando conmigo, que es otra cosa, jaja! Esa jihad floydiana rulz!!!
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