Ohhh, hace años que no escribo en el blog. Una idea que quería comentar por estos lares es cómo -según yo- la canción "Persiana Americana" de Soda me parece RECONTRA PIGMALIÓNICA (cuestión que me preocupa, naturalmente). Pero antes de explicar esto, quisiera copiar el review que posteé en un foro (www.pinkfloydperu.com) sobre el concert de Soda Stereo, al que asistimos tres botonas de este blog. La presente reseña relata lo sucedido en la segunda fecha de los Soda junto a "M" y dos amigos más de la U (lástima que no hayamos acompañado a "P", quien toda afanosa asistió a la primera fecha; y lástima también que "la y" no haya podido acompañarnos en esos botonescos y pigmaliónicos momentos, pero -como ya deben de saber- anda por grindolandia adquiriendo US$independenciaUS$). El post lo dejo tal cual lo publiqué originalmente hace ya varios días.
"Habría muchas cosas por comentar...mi ida al Nacional este domingo fue toda una aventura!
No llegué tan temprano como hubiese querido pues tuve que esperar a unos amigos en el lugar de "concentración" (mi casa, jaja), y encima una de ellas ya cerca del Nacional se da cuenta que, ooops, dejó su entrada en mi casa...ah!!! Media vuelta de regreso se tuvo que dar, mientras nosotros nos quedamos "haciendo cola", la que por cierto daba hasta el Parque de la Reserva, según nos dijeron, por lo que tuvimos que aplicar la sana cultura peruana de la anomia y, 10 soles por lo bajo, nos colamos en una muy buena posición. Eran ya cerca de las 3pm. Fue bastante chistoso ver el "recurseo" peruano y tantos artilugios de Soda que creativamente se ponían a la venta, como binchitas, llaveritos, polos, etc, etc, etc. Luego, unos chicos nos sugirieron que los colásemos y que adentro "arreglábamos con unas chelas", jajaja...chaq q’ risa. Pero la "colada" (la que nos hicieron) no nos sirvió de nada pues finalmente había como 4 colas de Signos que se entremezclaron ferozmente y, cual estado de naturaleza hobbesiano, todo el mundo se empujó, jaló, mechó tratando de ganar sitios...y en eso sí que me llegaron los ineptos de la PNP que parados como estatuas no hacían nada, pero NADA!!!! Todo el mundo les reclamaba, pero ellos no supieron aplicar el sentido más básico de organización y orden.
En fin, una vez adentro, tras haber corrido mismo inicio de "The Wall", llegamos a cancha y felizmente encontramos buen sitio. Y entonces, a esperar...y esperar...y seguir esperando. Fue chistoso ver a una amiga con sus fotocopias estudiando para su final de las 8 am del lunes, ante la mirada extraña de la gente, jaja. Hasta que apareció en escenario Lucía de la Cruz con su "hola, rockeroooosss" y todo el mundo se quedó "juat???". La tía está más rayada...tiene muy buena voz, ok, pero mejor que se guarde sus comentarios. No sé por qué quería dejar bien claro que era una chibolera y hasta pareció que se insinuaba con Cerati y compañía, jaja. La verdad es que me dio pena como la pifiaban tanto (entre otros gestos groseros) pues se puso a cantar sonks que me gustan, como "Somos amantes", "Regresa", "Propiedad Privada" (y no lo hacía nada mal), pero no era pues, estaba fuera de contexto. Los únicos que la aplaudían eran los seños y señitos de Persiana, tan amables, jeje. Se despidió con un cover criollo de "De música ligera", no tan malo en verdad. La verdad que al final la aplaudí porque, después de todo, nos hizo reír bastante. Luego, sólo faltaba que entrara Max Castro (o, quien sabe, Tongo)...jaja, pero felizmente nop.
Fue bastante divertido el "juego de olas" que se produjo para matar el rato, pero las olas de Signos nos salieron medias amorfas, jaja. En verdad, por un breve momento creí ver cierto "cuerpo de nación" y unión entre todos los peruchos (unión solapada, claro, como el encaletado chauvinismo que a nadie importó ya cuando más tarde gritáramos "Perú!" "Perú!" "Perú!"), pero luego cuando los de Signos (o sea, mi zona) comenzó a pifiar a los de Persiana porque estaban bien sentaditos y cómodos haciendo sus olas, mientras nosotros seguíamos en estado hobbesiano, todos apachurrados, cada quien vigilando su parcelita...entonces, se fue al tacho el ideal de nación, lol. (Quizás exagero un poco).
En fin, seguir esperando y esperando...hasta que a mí se me ocurrió que tenía ganas de ir al baño (ayayayay, cuando no yo) y mis amigos me decían que noooo, que no salga, que ya no regresaría viva, jaja, que me aguantara no más. Pero en verdad tenía todavía dos horas como para encontrar el camino de regreso, así es que con una amiga que generosamente me acompañó fuimos...y sí que nos costó bastante regresar, eh, pero no sin antes comprar un poco de canchita, la que en medio de nuestra odisea se voló (pero no mucho) y esparció en medio de la multitud, la que inmediatamente aprovechó, jaja (chaq q’ tabas!). Ya no pudimos avanzar más y nos quedamos con el camino cerrado por gente que prefirió sentarse para proteger más su zona y que decía con su mirada "nein, nein, por aquí no pasas". Y estábamos sólo como a 10 metros de nuestro lugar de origen, ahhhh. Y en eso, nos topamos con un grato espectáculo cual película gringa: un grupo de chicos comenzaron a llamar a viva voz a un tal "Luigui" que aparentemente estaría perdido por Persiana y no ubicaba a su grupo de amigos. Una de sus amigas se subió sobre los hombros de su pata y agitando su polo gritaba “Luigui, Luigui, Luiguiiiiiii!!!”. Todo el mundo se unió a la cruzada por el tal Lugui, hasta la gente que no lo conocía...por poco y todo Signos hacía barras para que el aludido se percatara de que era llamado con urgencia, jajaja, fue bien chistoso!...y creímos que eso distraería la atención de la gente para poder zafar nosotras, pero nop...al final nuestros amigos tuvieron que venir a "rescatarnos" y poco a poco fuimos adentrándonos más entre la marea humana en busca de nuestros sitios originales (a los que exactamente nunca pudimos regresar).
Y luego, para entretener a la audiencia (que ya estaba bastante harta de los mismos comerciales de Oxígeno y Motorola o no sé qué) pusieron en las pantallas gigantes el show del comediante argentino Peter Capusotto, que no estaba tan mal, para qué...y ya faltaba media hora no más!!!! Y por fin, tras 5 y más horas de espera veríamos volver a Soda sobre el escenario, habría valido la pena tanta espera! Y sí que lo fue. Estaban ahí y nosotros los estábamos viendo!!! (bueno, por las pantallas gigantes, lol). Empezaron con "Juegos de la seducción" y todo el estadio comenzó a saltar, corear y bailar; y conforme pasaban las canciones ya no me importaba que estemos pegados como sardinas, que hubiera chicas cargadas que tapaban la visión del resto (bueno, la mía no tanto), que de rato en rato la gente encendiera su “mary jane”, hedor al que se le aunaba el nada grato sudor humano "a lo combi"; importaba, pero nunca tanto, nos dejamos llevar no más…hasta que PUM!!!! En medio de “Texturas” todo el estadio se calló. Se fue todo el sonido, hasta el de los mismos micrófonos, por lo que no podíamos saber qué pasaba. Cerati se notaba preocupado y comenzó a dar vueltas por el escenario sin saber qué hacer. Alberti y Bossio sólo atinaban a sonreír un poco, en medio del desconcierto. Y así estuvimos como por 5 minutos, durante los cuales la gente atinó a elevar algunos cánticos y barras para darles “apoyo moral” (pero pucha, si una de las cosas que me fastidió fue que, a pesar de toda la entrega del público, nunca pudimos sostener un “olé, olé, olé, olé, Sodaaa, Sodaaa” por más de tres veces; cosa que sí sucedió y con creces en el concierto de Rogercito, donde la gente se mostró más cohesionada en sus agradecimientos). En fin, luego regresó felizmente el sonido y, tras arrancar de nuevo con Texturas, Cerati explicó que había explotado un generador. El gran plop de la noche, pero siguieron pa’ adelante.
Mis favoritas: A parte de las clásicas “Persiana Americana”, “De música ligera”, “Nada personal”, “Signos”, “Prófugos”; me gustaron especialmente “Disco eterno”, “Sueles dejarme solo” (“Nena nunca voy a ser un superhombre”…ufff, buenísima!!!), “No existes”, “Cae el sol” y “En remolinos”.
Amé a Cerati, especialmente cuando dijo cosas como: “¡Vamos Perú!!”, “Obvio que no podíamos dejar de pasar por Perú“, “¿Quién es el público más caliente de Latinoamérica?”, “Sácate la ropita, mami” (antes de Persiana), “…movamos el orto”, “Fuerza Perú” (en medio de Cuando pase el temblor, el alusión al 15/8), “des-piér-ta-me cuando pase el temblor, des-piér-ta-me cuando pase el reggeaton…a mover el culo, a mover el culo” --> jaja, fue el “momento whatever”; “Quisiera poder darles un abrazo a cada uno de ustedes” (y yo dije dentro de mí: “síiii, llévame a tu suite, Cerati”, jaja XD). En fin, dijo muchas frases llenas de cariño (y medias coquetas también) para el respetable peruano (no me acuerdo de todas, pero al parecer en este blog sí: http://www.sodafans.com/2007/12/091207-estadio-nacionallimaper.html); no sé si todo habrá formado parte de un guión prefabricado “a lo Roger”, pero así sea ese el caso, sus palabras de aprecio encajaron perfectamente con el sentimiento generalizado del Estadio (sí, a pesar de la mary jane, el sudor de macho-macho men, y los conchatum@res lanzados entre peruanos) y pienso que el mismo Soda también lo sentía sinceramente.
Y se fueron. Y salieron. Y volvieron a irse y a salir de nuevo. Y los encores los viví al máximo, a pesar que mis pies –realmente- ya no me daban más. Y si odiaba “Te hacen falta vitaminas” en estudio, en vivo no sé por qué le agarré el gusto y la coreé y la coreé hasta morir. Y entonces Soda se fue y no dejé de repetir “Me duelen los piessss”, “Me muerooo de sed”, “Cerati, llévame a tu suite”, “Hernán, dónde estás???” (jaja me refiero al mismo Hernán del concert de Roger, que sé que formaba parte también de esta producción).
Y bueno, después a esperar un colón más del día para salir del estadio (por una estrecha salida que de haber sismo nos sepultaría a todos) y tomar taxi de regreso a casa, con los cuerpos matadazos, hartos de sed, pero felices y muchooo y escuchando por las calles una radio portátil que sonaba a “Yo te prefiero/fuera de foco/inalcanzable…”. A volver cada uno/a a la normalidad de la vida, mientras Cerati y compañía se despachaban (de nuevo) en una discoteca miraflorina hasta bien entrada la madrugada. No se siente felizmente ahora como con la depresión post-waters, más bien queda una grata sensación de satisfacción y de querer escuchar más y nuevas cosas (para mí) de ellos. No, no me despierten todavía de este ensueño sodístico".
Extraído de: http://www.pinkfloydperu.com/smf/index.php?topic=3547.45
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